Quise ser poeta y me
faltaron las palabras. Quise ser científico y me fallaron las matemáticas.
Quise ser un héroe y me faltó la valentía. Quiero ser tu amante, tu esclavo, tu
adorador eterno. Dime que Sí.
Hagamos el amor hasta caer rendidos. Después no hablaremos de esto, jamás saldrá de nuestros labios la historia de nuestra pasión.
Sólo nuestros cuerpos vibrarán al sentir el cansancio que los inunda. Cada nota deslizada por nuestra piel será como un acto que nos posea, el instante en el cual los sentidos se funden con el infinito.
No mires atrás, estamos solos en estos instantes, mi amante por encima de la caricia que me hace sentirte cuando mis dedos te recorren justo antes de hacerte sonar, de provocar que todo se transforme en el brillo de la magia que forman las notas entrelazadas, las estrofas recitadas, el acero susurrando sobre la madera.
Creemos el momento para nosotros, que nadie se interponga entre nuestros deseos.
Las palabras de un amante incondicional, correspondido, y ella, ofreciéndose, susurrando melodías para llevarte a su lado.
ResponderEliminarPrecioso texto.
Besos.
Los amantes suelen vivir en un mundo en el cual nadie más puede entrar. Creando esas emociones que además son capaces de llevarte hasta el infinito.
EliminarBesos