Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.
Quicksilver Messenger Service (Happy Trails) 1969
Si por algo se caracterizaba Quicksilver Messenger Service era por su pasión desmesurada por el directo. Una banda típica y clásica creada para el escenario, donde realmente desarrollaba todo lo que llevaba dentro y estiraba hasta el extremo el placer y el gusto por tocar sin límites.
Quizás por eso no sea tan raro que su segundo álbum oficial, "Happy Trails" sea una grabación en directo (salvo unos detalles sin apenas importancia en lo temporal) y además en dos de los lugares míticos para el mundo de la Música y donde la banda se sentía como en casa, el Fillmore East y el Fillmore West.
John Cipollina, Gary Duncan, Greg Elmore y David Freiberg se desmelenan en esta grabación y nos ofrecen cincuenta minutos de Música sin pasar para tomar aliento y descansar, salvo cuando giras el disco para cambiar de cara, demostrando en estado puro el espíritu de las grandes sesiones y jams donde todo podía ocurrir.
La cara A se la lleva la mítica "Who Do You Love" y durante 25'22'' los solos, los cambios de ritmo y las cabalgadas (sean sostenidas o a galope tendido) se van sucediendo a mayor gloria de los que amamos esa manera de creatividad que nunca se debe perder. El tema se divide en títulos a modo de movimientos que cada intérprete hace suyo, dejándonos una exhibición de buen hacer, con unas improvisaciones sobre la base rítmica del tema alucinantes.
En la cara B más de lo mismo, especialmente los tres primeros temas, "Mona", "Maiden Of The Cancer Moon" y "Calvary", excepcionales interpretaciones con el gran John Cipollina y Gary Duncan dándose un festín a la guitarra mientras sus compañeros se salen en una sección rítmica que te lleva en volandas hacia donde quieras.
Un disco para saborear la Música, nada más y sobre todo nada menos, recuperar el placer de crear y crear sin límites impuestos y degustar de nuevo a un grupo excepcional que lo era todo cuando los focos se encendían.
Como los Dead, esta apisonadora tenían su habitat natural encima de los escenarios. No he tenido la fortuna de ver a ninguno de los dos.
ResponderEliminarSalud.
Si yo hubiera visto a alguno de los dos, no estaría en este mundo. Gracias por seguir.
EliminarSaludos,