Es una de esas cosas que siempre me llevan de cabeza, una melodía se mete en mi cerebro y se asienta como si tomara posesión de su casa.
No debe ser tan extraño, siendo como soy un amante impenitente de los sonidos que llenan mi alma, pero es cierto que el lugar para éstos son los que ellos buscan y no los que yo les encuentro.
Imagino que no puedo controlarlo, la piel se excita al escuchar lo que me viene, el rastro del olor se vuelve tan intenso que puedo palparlo, la llamada de la conciencia se desvanece cuando viajo a través de la Música que llena mi ser.
A pesar de ser lo que casi nadie quiere que sea, las notas que se escriben en la memoria inundan todo lo que significo y me llevan hasta donde nada ni nadie puede alcanzarme, será por eso que sigo amándolas como el primer día que me hicieron, sin yo saberlo, el amor.
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