domingo, 28 de junio de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MCDXLI

Vuelve a visitarnos un grupo que mientras estuvieron fueron una de esos oasis capaces de acceder a lo que los grandes de las Islas daban al universo.


Focus (Hamburger Concerto) 1974


A nadie se le escapa que Focus fue uno de los pocos grupos ajenos al Prog. creado desde las Islas que tuvo la calidad suficiente como para generar una carrera relativamente extensa y con un éxito que no todos conseguían.
Este trabajo que nos visita, su cuarto de estudio y quinto en el global de su carrera, sirve para demostrar lo que realmente casi todos sabían pero que simplemente faltaba por plasmar en un disco, la inmensa capacidad como instrumentistas de los miembros del grupo y la decidida línea a seguir como creadores de una Música donde la grandilocuencia y la sinfonía se imponían a todo lo demás.
Parece como si Thijs Van Leer quisiera dejar su nombre grabado a fuego entre los compositores del clasicismo más puro y se lanza (con la ayuda menos evidente que en otras ocasiones pero efectiva de Jan Akkerman) a composiciones que recuerdan obras donde todo es un camino hacia la divinidad, sea esta ajena al mundo de los humanos o asentada sobre él.
Los 20' que ocupan la cara B del disco con el tema "Hamburger Concerto" abundan más en lo indicado, teclados que surgen de todas partes con sonidos en algunos casos casi espirituales, acompañados por la guitarra de Akkerman en pleno éxtasis de técnica (que también se deleita y nos deleita con su maravillosa forma de tocar en la sorprendente "Delitiae Musicae") y la flauta del mismo Van Leer que quiere romper la angustia del silencio. No es menos impactante y clásico el sonido que la sección rítmica nos ofrece, con esas percusiones de Colin Allen y Bert Ruiter elevándote y el bajo solemne del mismo Ruiter alejándote de la realidad.
Un disco que juega con esa capacidad inmensa de los músicos para interpretar, virtuosos que quieren a estas alturas de su carrera dejar bien claro quienes son y que llenan (a veces de manera excesiva) de técnica pura todo lo que tocan, como en la exhibición de "Birth" o el fresco pintado como Música que es "Harem Scarem". Queda para otra demostración de dios en la tierra "La Cathedrale De Strasbourg" a mayor gloria de Thijs Van Leer.
Disco que se espera, que se imagina, que se supone, pero que aún así nos deja momentos de extremada emoción gracias a cuatro músicos que hacían...

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