No siempre. Yo sé de quien si tiene estanterías en casa las llena de fotos, adornos de cualquier tipo y procedencia y otras chucherías como recuerdos de los que tienen un significado especial. Los libros los compran, los huelen, los acarician, los disfrutan y los llevan consigo en el autobús, en el sofá de casa, en la sala de espera de la consulta del médico... y cuando los acaban los dejan en ese rincón junto a los otros, donde esperan ser hojeados en cualquier otro momento volviendo a vivir entre las manos de su dueño. No sé si saben que en su mayoría no son estéticamente adecuados para una estantería pero vibran una y otra vez a través de las palabras de sus lectores. Estos libros tienen la suerte de ser amados y laten al unísono de quien los siente. No necesitan estanterías para mostrarse porque no son vanidosos.
No siempre. Yo sé de quien si tiene estanterías en casa las llena de fotos, adornos de cualquier tipo y procedencia y otras chucherías como recuerdos de los que tienen un significado especial.
ResponderEliminarLos libros los compran, los huelen, los acarician, los disfrutan y los llevan consigo en el autobús, en el sofá de casa, en la sala de espera de la consulta del médico... y cuando los acaban los dejan en ese rincón junto a los otros, donde esperan ser hojeados en cualquier otro momento volviendo a vivir entre las manos de su dueño.
No sé si saben que en su mayoría no son estéticamente adecuados para una estantería pero vibran una y otra vez a través de las palabras de sus lectores.
Estos libros tienen la suerte de ser amados y laten al unísono de quien los siente. No necesitan estanterías para mostrarse porque no son vanidosos.
Será... dichosos los que piensan y actúan así.
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