Una entrada más allá de nuestros propios sueños (o mejor las fantasías que nos hacen ser tan nuestros) fuera de donde solemos estar y en ninguna parte de las que queremos visitar.
Esta
vez sí que nos hemos superado, con el teclado color crema delante nuestro para
poder aporrearlo, ya que por detrás prefiero más suavidad, la pantallita que
con su fondo blanco inmaculado se va llenando de letras, números, símbolos
varios y algún que otro tomatazo, y aquí comienza lo bueno, porque no tengo las
fotos habituales frente a mí, ni el libro de progressive, ni el cangurito, ni
mis cuatro mil doscientos y pico de Amigos, que se han quedado en el lugar donde
hacen realidad mis sueños, ni...
Agilulfo controlando lo que pasa a mi derecha, Chris
absolutamente descontrolada a mi chepa, una preciosa luna llena que es la dueña
de todo el cielo estrellado, los ruidos de la noche viniendo hacia mí y una luz
que ilumina lo que no se puede iluminar porque no se ve, así es que queridos,
queridas, queriditos y queriditas, desde la cueva situada a los pies del
maravilloso monte que domina la sabana y la noche, con una especie de humo
denso que recorre toda la estancia, y eso que es muy grande, bienvenidos a esta entrada de nuestro paseo por los sueños, donde todo es
posible, lo demás casi imposible, y el resto no nos importa, por eso no decimos nada y que la imaginación haga el resto.
Al son
que más les gusta, animándose con varios bises hasta la hora del maravilloso
directo en el cual hoy se va a liar, a mi alrededor disfrutan como locos los cuatro que siguen esta aventura que no es sino lo que pretende y nunca sale. Decir que nos han recibido con los
brazos y patas abiertos, amén de otras cosas, que el alijo de hierba que el
iluminado de turno se dejó en la cueva aún dura y hay para tiempo, y que además
ha habido tres alarmas de fuego que algún que otro iluminado del exterior ha
dado al creerse que el antiguo volcán sobre el que se asienta la cueva estaba
de nuevo en erupción dada la cantidad de humo que salía hacia el exterior. Yo
aviso, en breves instantes comenzaré a levitar, porque esto no hay quien lo
aguante, así es que lo de las locuras hoy puede ser muy superable.
Agilulfo ha comenzado a investigar un poco las profundidades
de la cueva, ésta en la que nos encontramos todos, y una vez sentado a mi derecha para supervisar lo
que vamos haciendo tiene unos ojillos color arco iris que no se pueden
aguantar.
Por fin hemos podido poner un poco de orden (es un
decir) y entre el humillo de lo que aquí se cuece, las calenturas varias del
personal y lo mío que no tiene remedio vamos a ver cómo salimos de ésta; por lo
pronto tenemos noticias desde donde nos
visitan hoy los cuatro de rigor, que han montado una pimba que no se puede soportar, será que últimamente las entradas de este nuestro Paseo... van dando un gustirrinín imposible de dejar.
No sé yo si es una pesadilla o uno de esos sueños un tanto curiosos que, seguro, tienen una explicación. Aunque a ver quien es el guapo que se arriesga a hurgar en el subconsciente (o deberiamos decir inconsciente?).
ResponderEliminarSigue soñando aunque sean cosas tan estramboticas como esta.
Besotes y un abrazo de oso.
No son cosas estramboticas, son mis sueños.
EliminarBesos
¿Has probado cambiar de almohada? Puede que esa guardiana que lleva custodiando en su interior parte de tus problemas, sueños y pesadillas, haya sufrido una sobrecarga que le haya provocado un cortocircuito y por eso te ocasione sueños de esta índole.
ResponderEliminarAunque mirándolo bien …tiene su guasa.
Soñemos, aunque sea despiertos.
Buenas noches. Besos.
Si la almohada fuese la solución dormiría sin ella. Prefiero soñar que estar en blanco, sentir que no ver lo que ocurre a mi alrededor aunque a veces veo cosas un poco "curiosas".
EliminarBesos