ROY HARPER (STORMCOCK) 1971
En esto de la Música
hay genios y genios malditos, y entre estos últimos los que son buenos suelen
ser…
Roy Harper es un genio,
maldito, eso sí, pero un genio, y en su caso lo que hace de manera superlativa
se convierte en Arte.
“Stormcock” demuestra
en cuatro trallazos de Música que lo imposible es algo tangible y que las Joyas
pueden conseguirse alrededor del negro vinilo. Porque un disco de estas
dimensiones, una Obra Maestra tangible y real como ésta solo la pueden crear
genios ajenos a lo terrenal, y en este disco Roy Harper se encuentra en otro
universo, de no ser así no podría haberla creado.
La voz (increíble,
mágica, subyugante) la guitarra y el talento infinito de un músico muy especial
son todo lo que se necesita para llevar a cabo esta barbaridad y dar forma a un
monumento de la Música que es un tratado de intimismo, emoción y sentimientos.
Un disco que te mete de
lleno en un laberinto de deseos encontrados, donde la mente se pierde por
encima de las estrellas, con una suave brisa llevándote hacia donde sólo la
Magia transformada en sonidos puede llevar, y eso es algo único, eso es algo
que un loco maravilloso como Roy Harper consigue aparentemente sin esfuerzo,
¡¡¡Brutal!!!
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