Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
The Black Crowes (The Southern Harmony And Musical Companion) 1992
Como diría uno que yo me sé "oculto tras el largo título de inacabables palabras se encuentra..." el que en opinión del que suscribe es el mejor disco de la banda, aunque es cierto que el primero tenía una frescura realmente maravillosa.
Como no podía ser de otra manera para egos de los que anidaban en el grupo, ya comenzaban los cambios, con un nuevo guitarrista tras el despido de Jeff Cease.
A pesar de los pesares, y dada que la inestabilidad era parte de su idiosincrasia, este segundo trabajo les salió redondo, con un puñado de canciones muy bien compuestas y que se trasladan al vinilo de manera poderosa, tremenda. Rock de instantes para atravesar las conciencias, toques ocultos de Blues eléctrico que asoman en algunos riff y sobre todo ritmos que lo recuerdan, pero sobre todo una manera visceral de hacer que todo estalle.
La voz de Chris Robinson, que será muy particular y es un sello indeleble del grupo pero que nunca me ha gustado, en este trabajo cuida más su rol y consigue de manera sorprendente ser uno más de una banda, que es una máquina de precisión a pesar de la sensación constante (maravillosa sensación, por cierto) de que todo se va a romper para que los solistas hagan lo que les dé la gana.
Los temas más calmados, puro contraste con las andanadas de Rock que se marcan, logran un equilibrio que no se les supone y hacen que el disco gane en intensidad, porque te permite seguir el interés con los sentidos a la espera de lo que vendrá, y la verdad es que en estos temas la sección rítmica está genial, manteniendo el tempo mucho más tranquilo, con el toque de los teclados que lucen más que en los desbocados temas donde el acero de las guitarras se lo come todo (como debe ser, por otra parte)
Una máquina engrasada y funcionando a pleno rendimiento, el Rock que volvía en los noventa a mayor gloria, de la mano en este caso de un grupo que surgió de esas cavernas que la década anterior parecía no querer cerrar. Para dejarse empapar y golpear sin mesura, que es de lo que se trata cuando la Música, ésta especialmente, estalla.
Preciosa la foto de contraportada. Lamentable el desliz de la portada.
Chris Robinson voz. Rich Robinson guitarra. Marc Ford guitarra. Johnny Colt bajo. Steve Gorman batería. Eddie Harch teclados.
Side 1: Sting me; Remedy; Thorn in my pride; Bad luck blue eyed goodbye; Sometimes salvation
Side 2: Hotel Illness; Black moon creeping; No speak no slave; My morning song; Time will tell
A Mª Paz, para que no existan dudas
Lo escucharé en cuanto tenga oportunidad de hacerme con él, y ya le tengo ganas. Gracias por darme la pista, la aprovecharé con mucho gusto.
ResponderEliminarBesos.
Más que una pista es el punto en el mapa donde se encuentra el tesoro.
EliminarBesos