Como un torrente impetuoso
mi corazón corre, galopa, desfallece,
se rompe en mil pedazos, muere.
Sólo una palabra vaga, indefinida,
que viene del pasado, rugiendo, viva;
En mis labios se agolpa, terca, menuda,
se me clava en los dientes, muere.
Allí donde las palabras no pueden tocarte,
donde mis ojos no pueden verte,
donde mis manos vacías esperan promesas;
donde mi corazón no obtiene respuestas,
allí, donde me esperes, tornaré la vida.
Diego L. Diálogos de Leones y Peces Extracto
(Reproducido con permiso de Vicky)
Yo hace tiempo que perdí la Esperanza, salvo la que me da mi Amor y esa compañera que a pesar de todo me sigue desde hace 35 años.
ResponderEliminarBesos,
Yo pronuncio tu nombre,
ResponderEliminaren esta noche oscura,
y tu nombre me suena
más lejano que nunca.
Más lejano que todas las estrellas
y más doliente que la mansa lluvia. (Lorca)
Salud