Oigo doce golpes en la noche, y
son doce arcadas de sangre,
doce chorros de vida en la noche.
Siento doce golpes en el cuerpo, y
son doce muertos en la noche;
doce figuras sin nombre.
Veo doce relojes sin vida, y
son madre tus hijos,
doce lagos de sangre inocente.
Oigo, siento y veo su agonía,
son doce bocas de odio abierto,
son doce tallos al viento.
Diego L. Apartado Oficial Nº 20 Extracto
(Reproducido con permiso de Vicky)
Un poema tremendo, me transmite la visión del sufrimiento y sentimientos cargados de impotencia.
ResponderEliminarPara dar que pensar..
Besos.
La Muerte nunca espera, por eso angustia...
EliminarBesos,
Quién sabe lo que escondía en este verso el pensamiento de ese eterno viajero.
ResponderEliminarQuizás algún día pueda preguntárselo.
Salud
Querer y poder seguir viajando, con la imaginación, los sentidos, las entrañas, volar libre, sentir...
EliminarSalud