martes, 24 de mayo de 2022

44



La verdad es que lo fácil (amén del tópico típico que en esta ocasión está más que justificado) sería comenzar con aquello de "el 24 de Mayo de 1978..." pero cuando uno ya se sabe y además los demás lo van sabiendo, pues que da igual porque debe darlo.

Es cierto, mis Amigos de negro vinilo, esos amantes con los que soy lo único que merezco y a pocos más he merecido, cumplen conmigo 44 años, los dos primeros que adquirí aquél 24 de Mayo de 1978 a un necesitado de pesetas para un porro y al que necesitaba saber qué se sentía acariciándolos para que sonaran por primera vez en el compacto (léase tocadiscos-casette de la época) que me acababan de regalar otros dos iluminados, mis padres.

Un camino que no acaba, un misterio sin resolver ni por los héroes de la galaxia más lejana (o la cercana, que me cae igual de lejos) ni por mí mismo, que les miro embobado por lo que me han dado, por lo que me han hecho ser, por hacer que mi alma tuviera una razón para ir más allá de lo que vivía.

El ser más fascinante que he conocido en mi vida, un erudito adelantado a su tiempo e intelectual impenitente, me dijo un día "hijo, no es lo que ven en ti, sino lo que sientan contigo" y eso es lo que nunca he perdido como brújula en mi vida, y es lo que en un día como hoy me sigue recordando que alguien apostó por mis ilusiones al ver el brillo en mis ojos cuando sacaba de su funda y acariciaba un ente redondo, negro, que tomaba vida al ser, a su vez, acariciado por una aguja que le hacía el amor.

44 años no son nada, y si de amor hablamos menos que nada, por eso me permito que hoy se plasmen en letras lo que realmente me bulle en la mente, la memoria y la Eternidad y un día, que para eso siempre hay tiempo, porque nunca se llega.

Gracias a ellos por seguir abrazándome cuando les acaricio, gracias a todos (que son muchos ¡¡¡vive el cielo!!!) los que han compartido y acariciado conmigo millones de horas de placer sensorial, y gracias a un Amor más allá de las palabras que supo desde el primer día que toda esta locura era parte indivisible de lo que soy.


¡¡¡Long Live Rock And Roll!!! 

La Música, Mi Esencia, Mi Alma.

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