domingo, 6 de diciembre de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MDLXXXV

Años después, ciertos legados no pueden ser olvidados, y por eso surgen bandas como la que nos visita para recordarnos que aún está aquí.


The Desert Rose Band (Running) 1988


Uno de los personajes más influyentes y básicos en el nacimiento y posterior desarrollo del Country Rock, Chris Hillman, acometió con otros dos grandes nombres de la escena musical americana del estilo, léase Herb Pedersen y John Jorgens, la aventura de The Desert Rose Band.
Hillman ha sido y es uno de los músicos más inquietos, metido en infinidad de proyectos y dando vida a momentos memorables en la historia del Country Rock desde el año 1968. Con este nuevo grupo, nacido en el año 1987, volvió a subirse al carro de la esencia del estilo y desarrolló junto a sus compañeros unos discos de puro y clásico sonido de terruño.
"Running", su segundo disco, no se desvía ni un ápice de las pretensiones de la banda, recrear el Country Rock sin más gracias al talento de sus miembros y con unas canciones de corte melódico, escasas en el tiempo pero impactantes por la manera de interpretarlas. Lo que sí llama la atención de estos sonidos conocidos pero llevados al vinilo veinte años después, es la pulcritud en la producción y la cuidada y esmerada grabación de todo el álbum (como el primero y el siguiente, por cierto) que hace que lo que escuches traspase la propia realidad del disco, porque en ocasiones suena de manera casi irreal.
Basándose en esta perfección al escucharlo, es más fácil que las voces de todos los miembros (especialmente la de Hillman que ejerce de solista) allanen el camino para todo lo demás, una fiesta entre conjuntos corales que se pierden en intervalos de guitarras eléctricas sin final entrando y saliendo por todos lados. Muy del estilo de Hillman, que firma ocho de las diez canciones junto a Steve Hill, es el sonido de la steel guitar, que acompaña en los solos a las guitarras de manera casi constante; para terminar la fiesta, mandolinas, banjo, acústicas y más voces en cada tema, sea una balada o una de las cabalgadas que manejan sin esfuerzo.
Disco de puro divertimento, con la seguridad de gustar a los que aman el estilo, porque ni ofrece nada que no se sepa ni se queda corto en sus planteamientos. Un disco para disfrutar de la fiesta desde la primera nota hasta el final del vinilo, porque quienes lo ofrecen saben de esto y mucho.

SIDE ONE:  She don't love nobody;  Running;  Hello Trouble;  I Still believe in you;  Summer wind
SIDE TWO:  For the rich man;  Step on out;  Homeless;  Livin' in the house;  Our song

2 comentarios:

  1. Pues como de disfrutar escuchando música es de lo que se trata, no voy a perder la oportunidad de darme una alegria porque creo que me la merezco después de unos dias de locura.
    Felices sueños.
    Besos

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    1. Siempre te lo mereces, y si es con la Música, mejor que mejor.
      Besos

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