domingo, 30 de octubre de 2016

Carmencita


Música


Lo más grande de la Música, es que todo lo que puedes conseguir de ella es lo que nunca se siente, porque viene después del placer que supone tenerla.

Jazz, Cerveza, Sake y la invisibilidad de los entes


Que en Japón te das de bruces con las cosas más inverosímiles es un hecho que no se puede negar, pero que para buscar ciertas emociones, o momentos de placer para los sentidos, también es obligado mirar hacia arriba, es algo que no puede obviarse, porque hacia el cielo se extiende una línea imaginaria donde todo puede suceder.

Un día de lluvia sin pausa, con la noche cayendo sobre Kyoto, y un cartel de lo más sugerente, con un vinilo casi destrozado sirviendo como guía para invitar a las alturas, hacia un rincón (o tres, pero no más de eso) donde la Música, la cerveza, el sake y el humo se mezclaban de una manera mágica.

No soy mucho de jazz, más bien casi nada, pero es una Música que no me molesta cuando el entorno se convierte en un placer para los sentidos, por eso en este pequeño cuchitril en Kyoto, escondidos en un segundo piso donde la habilidad para poder estar era no colocarte encima de nadie (ni que lo hicieran contigo) que el jazz saliera del viejo tocadiscos acariciados los vinilos de décadas pasadas por una aguja que no podía evitar el crujido de lo viejo, no me molestaba en absoluto.

Un espacio para estar donde ni siquiera sus escasas dimensiones te hacían parecer que estabas, porque tras pedir al dueño una cerveza y un sake, éste pareció desaparecer (o más bien ante sus ojos quiso que desapareciéramos) y se enfrascó con la lectura de una revista, rodeado por el humo de su cigarro y acompañado en silencio por otro noctámbulo que sujetaba la barra con su cuerpo.

Durante más de una hora la Música regaba el silencio, sólo interrumpida por el necesario cambio de cara de los vinilos o del disco, Música que te hacía viajar en el tiempo, con el jazz clásico de los años treinta, cuarenta, cincuenta..., ese vaivén de los viejos y desgastados vinilos sobre el plato y la pobre luz que lo iluminaba.

Durante más de una hora, las botellas de cerveza sacadas de un congelador anclado a la nada, regaron nuestras gargantas, el sake ayudó en alguna ocasión, y sentados en un rincón escondido en algún lugar de las alturas de Kyoto, disfrutamos de esa sensación de invisibilidad tantas veces buscada cuando el placer te cubre por completo y niegas la entrada a tu espacio a cualquiera que quiera ocuparlo.

Donde todo es lo que uno quiera, y la nada desaparece con tu mente, puedes disfrutar de la Música, acompañado por lo único que de verdad te hace invisible, que te sientan como uno más donde nadie es uno.




Poster


De Vinilos y Otras Glorias MDCCCVI

Una de las llaves para entender el paso entre dos décadas, personal, imaginativa y de calidad.


Family (Anyway) 1970


Tras tres contundentes y maravillosos discos, podía pensarse en la dificultad de Family para seguir escribiendo páginas de oro dentro de la Música Prog., pasada ya la etapa de puente tendido entre dos estilos, la Psycho que embadurnaba sus primeros pasos hacia el Prog. que fue parte de la historia de la Música inglesa del estilo.
Con su cuarta entrega, este "Anyway", abren una nueva línea creativa, que se siente sobre todo con el brutal y frenético ritmo impuesto en "Strange Band" donde el violín parece lanzarse a una carrera contra el diablo de la que quiere salir vencedor.
No sé muy bien si la decisión de entregar un disco, en el cual una de las caras está registrada en directo y otra en estudio, es un deseo de la banda para expresar quienes eran en ese estado tan puro que siempre dan a entender en sus grabaciones, y la descarnada emoción cuando se subían a un escenario (de hecho en una primera idea se concibió como un disco doble, drásticamente amputado y eso se nota bastante en el resultado final) pero lo cierto es que este cuarto trabajo se convierte en un disco híbrido donde se nota rápidamente la imposibilidad de unir la dimensión de su Música cuando elaboraban de manera refinada en estudio con la desnudez del directo.
En la parte dedicada al estudio, con canciones inéditas, nos ofrecen de nuevo esa elegancia innata con experimentaciones electroacústicas, mientras que en vivo se presentan con la apuesta de la fuerza interpretativa para alcanzar  al público. La guitarra entre salvaje, moderara y zeppeliana de "Holding The Compass" es un punto de inflexión en esa demostración que comentamos.
Disco de emociones encontradas, uno más de calidad viniendo de quienes vienen, pero que deja un regusto un poco amargo por haber podido ser mucho más, especialmente si la idea original se hubiera llevado a la práctica, pero que arriesga en algunos planteamientos y sale bien.

De Vinilos y Otras Glorias MDCCCV

Una delicada ola venida de oriente y traída por músicos que creen parte de esa historia nunca escrita que la Música ofrece.


Jade Warrior (Last Autumn's Dream) 1972


La personal y única formación de culto del Prog. inglés, llena de matices entre Música occidental y oriental, nos visita de nuevo en el que fue su tercer trabajo.
Coincidiendo con el último disco para la casa Vertigo, donde nacieron a nivel de grabaciones, el grupo se orienta hacia una Música menos agresiva que la mostrada en su anterior disco, más acústica, emotiva, con una intuición encomiable muy pareja a lo que hicieron en su presentación ante el mundo y que les permite desenvolverse en un universo onírico que nos invita a emprender de manera inexcusable un viaje a través de espacios inexplorados.
Jade Warrior consigue con este "Last Autumn's Dream" un trabajo memorable que une los temas de manera sutil, convirtiendo lo que parece una obra fragmentada en un conjunto que va tomando forma a medida que que los sonidos van llegando a nuestros sentidos, apoyados en una instrumentación sublime que provoca sugestión y emoción por igual, haciendo que nuestra mente emprenda el camino marcado por cada nota (maravillosos temas como "Winter's Tale", Lady Of The Lake", May Queen"... llenos de una suave sensación que brota desde lo más profundo de sus sonidos; el instrumental "Dark River", una pieza para perderse, o el pequeño caos llamado "The Demon Trucker")
Todo es delicadeza en el disco, la batería parece mecernos en lugar de marcar con poderío todo lo que sustenta, y quizás el único momento que disturba (que no quiere decir que carezca de calidad ni de sentido) es "Snake", fuerte impacto sonoro provocado por la guitarra y que desgarra el aire de una manera ajena a todo lo demás.
Un álbum tremendamente bello, como todo lo realizado por el grupo en sus primeros tiempos, una energía oculta entre la seda, que consigue el equilibrio perfecto para abrazar a quien la escucha, provocando ese arrullo que ha hecho de la Música de Jade Warrior y de este su tercer trabajo algo tan especial.
Alan Price batería. David Duhig guitarra. Glyn Havard bajo y voz. Tony Duhig guitarra. Jon Field flauta, instrumentos de viento electrónicos.



sábado, 29 de octubre de 2016

De Vinilos y Otras Glorias MDCCCIV

Seguimos caminando a través de nombres que marcaron uno de los estilos que más ha dado a las ideas dentro de la Música contemporánea.


High Tide (Precious Cargo) 1970


Como ya hemos señalado en alguna ocasión, una banda legendaria nos visita de nuevo, un grupo que tuvo la habilidad de crear, dentro de esos parámetros del Prog. que en sí mismo podían no tener parámetros, una Música sin parangón inmediato. Una clara evolución de la Psycho más abrumadora hacia esta creatividad demostrada durante toda su trayectoria.
El disco que nos visita, "Precious Cargo" data del año 1970, pero no salió a la luz hasta veinte años después, y con suerte para los que amamos esta Música tan especial. Nacido como fruto de una improvisación de estudio aún con la formación original, registrada en la legendaria comuna de Puddletown, lugar de momentos memorables dentro del Rock underground.
El violín de Simon House nos indica la veracidad del sonido de High Tide, pero sin el impacto de los dos primeros álbumes, aunque creo sinceramente que por el defecto de la grabación realizada de forma directa, que si bien añade ese momento de energía impagable de lo que se escucha tal y como el músico lo siente, no hace honor al sonido puro y elaborado.
El resto de la banda suena a un Rock que se desarrolla entre los más inevitables caminos del Prog. clásico y las improvisaciones que nos llevan por un recorrido a través de las influencias de los músicos. Especialmente reseñable la guitarra de Tony Hill, que se deja escuchar con aromas de Psycho enfurecida por algunas distorsiones.
Un disco que recoge el período más brillante de un grupo especial, donde la marca de su sonido era símbolo de su nombre, con cuatro músicos excelsos que ofrecían la calidad convertida en algo diferente. Algunas de las canciones de sus dos primeros trabajos se dejan ver entre los ritmos de temas disfrazados con otros títulos.
Para disfrutar de la brillantez convertida en Música, High Tide como historia, y este disco como momento de su capacidad creativa.
Tony Hill voz y guitarra. Simon House violín y teclados. Peter Pavli bajo. Roger Hadden batería y piano.


De Vinilos y Otras Glorias MDCCCIII

Como nos gustan los músicos que hicieron que todo se girase, doblase o estirase, un poco de lo que la mente da cuando parece que es imposible.


Henry Cow (Unrest) 1974


Dentro de la maravillosa escuela de Canterbury, en la universidad de donde tantos grandes salieron, si se pudiera adivinar un rincón que nos revelara lo más extremo de la izquierda, nos hubiéramos encontrado con los componentes de Henry Cow.
El ideario político del grupo marca de manera clara y evidente su sentido de la Música, plasmado en esa obra de arte que les sirvió de presentación llamada "Legend"; a pesar de esta grabación, el grupo seguía frecuentando en sus actuaciones solamente los locales que formaban el circuito alternativo, en una corriente estilística claramente underground.
Cuando se deciden a grabar su segunda obra, este "Unrest" que nos visita, entran en el estudio de grabación con cuatro composiciones definidas, que curiosamente corresponden a las primeras del disco. A partir de aquí, y para completar el trabajo, los músicos se ven en cierto modo obligados a improvisar, usando el propio estudio de grabación como medio creativo, dejando que las ideas fluyan libres y de manera personalísima sin técnicos ni ayuda externa.
El resultado es un disco menos definido en el fondo, pero totalmente libre e improvisado en la forma, donde el Rock se ve apabullado en muchas ocasiones por sonidos que no siguen la línea tradicional y se empeñan en ahogar la base más clásica de la Música; una Música libre, vanguardista por todos lados, que supera las expectativas de los sectores más radicales buscando siempre ese punto más allá de lo imaginado, pero que despierta algunas dudas en los que preferían sentir esa ingravidez de la Música del grupo proporcionada en mayor medida por su primer trabajo.
Aún así, creo que "Unrest" es una demostración del talento cuando la puerta se abre sin restricciones, quizás adolece de la preparación que requiere un disco de estudio llevado por músicos de este calibre, pero como idea se me antoja una escapada de la mente hacia donde uno quiera, y eso suele ser impagable.

A:  Bittern Storm over ulm;  Half asleep, half awake;  Ruins;  Solemn music
B:  Linguaphonie;  Upon enteringthe hotel Adlon;  Arcades;  Deluge

domingo, 23 de octubre de 2016

La Calidad Del Duende (Gualberto)



A Eduardo y Pablo, por aquello de los Duendes...

Alan


De Vinilos y Otras Glorias MDCCCII

Una unión que dejó una grabación inolvidable de lo más puro de un estilo único, el Blues y todo lo que conlleva de emociones.


Canned Heat & John Lee Hooker (Hooker 'N Heat) 1970


A pesar de ser un disco doble encuadrado en la discografía de Canned Heat, la importancia de John Lee Hooker en el mismo (especialmente el primero de los dos discos) le hace ser quien lleva las riendas de la grabación, y como las leyendas son lo que son, se nota mucho.
En mi opinión el disco es un homenaje de la banda a uno de sus ídolos, y por eso el primer disco es casi un solitario de Hooker que se marca los Blues más descarnados acompañado de su guitarra y la maravillosa voz que le hizo único. A partir de aquí la banda interviene en la segunda grabación y de forma esporádica en algunos pasajes del primero, uniéndose perfectamente el talento del mito con un grupo increíble.
Blues, Blues y más de lo mismo durante los 84' de grabación, nada más que decir al respecto y nada menos. Un tratado de una Música única realizado desde dos perspectivas diferentes y que se unen en el mismo punto, el talento y el amor por los sonidos de algo que se lleva en el alma. Triste, desgarrador, salvaje en lo melancólico... la esencia de esta Música. Traspasando épocas, el doble disco es una demostración de cómo las diferencias generacionales no importan nada cuando el talento se une y se cree en lo que se hace, porque la tremenda banda sesentera da un impulso más que especial al viejo bluesmen que ya rozaba los sesenta, sonando, cuando se unen, maravillosamente.
Disco de desgarros emocionales en lo personal, con la muerte reciente de Alan Wilson, de hecho fue su última grabación de estudio con la banda, que aparece en la fotografía de la portada en un cuadro colgado de la pared. Tampoco está Henry Vestine, éste porque no le dio la gana, y su cara se encuentra superpuesta en uno de los que aparecen en dicha portada (que por cierto ya les vale el montaje horroroso)
Por aquello de las barreras y las cadenas que los mediocres quieren poner a la Música, este "Hooker 'N Heat" es una demostración de lo ilimitado de aquello que amamos, y además una tremenda oportunidad para gozar, de nuevo, con el Blues, algo universal a pesar de los que piensan con el culo.
John Lee Hooker voz, guitarra, percusión... Alan Wilson armónica. Henry Vestine guitarra. Antonio de la Barreda bajo. Adolfo de la Parra batería.





De Vinilos y Otras Glorias MDCCCI

Nos adentramos en los mil ochocientos y pico con uno de esos genios que cada cierto tiempo salen del más allá y nos visitan en el más acá para deleite de quienes amamos la Música.


Peter Hammill (In Camera) 1974


Si con el paso del tiempo vas descubriendo matices (o cosas importantes que para eso está la mente viva) de discos que cuando llegaron a tus manos te dijeron mucho pero no sabías qué más podía haber, significa en mi caso que sigo aprendiendo y disfrutando con cada instante de la Música.
Ese continuo aprendizaje que me exijo con la Música me llevó a descubrir mucho más de lo que en un principio este "In Camera" me produjo.
Escuchar y vivir (porque cuando quiere te lo hace vivir profundamente) a Peter Hammill en directo me dio la oportunidad de sentir un lado sombrío que no muchas veces el autor se permite, y que me llevó directamente a la esencia de este disco en solitario, su cuarta obra (especialmente cuando le escuché violentarme con "The Comet, The Course, The Tail".
Personalísimo como nunca antes había hecho, se aleja de la línea que marcó en dos obras maestras anteriores, "Chameleon In The Shadow Of The Night" y The Silent Corner And The Empty Stage" y crea un disco donde todo es él, y los instrumentos, salvo alguna percusión, son interpretados por Hammill en su totalidad.
Momentos de esperanza se encuentran pocos en el disco, quizás la entrada "Ferret And Featherbird", una preciosa canción cuya melodía embauca, pero a partir de aquí todo se va tornando sombrío, sin dejar dudas sobre el estado de ánimo que quiere transmitir.
En ocasiones violento en su forma de expresión, bramando al viento miserias y desasosiegos, juega con los tempos que su impresionante voz le permite desde una perspectiva de tragedia épica que te taladra los sentidos, dejándose ir en la oscuridad y las sombras; el punto culminante de esta personalidad que surge como un ciclón lo tenemos en la cara B del disco, una obra de dos títulos que nos deja una joya de 17'21'' ("Gog / Magog") en la cual Hammill se descontrola de manera absoluta, permitiéndose jugar con los sintetizadores y teclados para crear una atmósfera casi terrorífica que ataca directamente. Experimental, progresiva y embadurnada de efectos y diabluras varias, el final intenso con la percusión ayudando al clímax son la guinda de una obra distinta, diferente, pero de un valor indudable.
Un genio de la Música que se permite reinventarse y ofrecernos un paseo por el lado oscuro, una línea donde deslizarnos, pero sin excusas si caes.
Para amantes de la Música que golpea con saña y se niega a dejarnos indiferentes, "In Camera" es un absoluto placer para los sentidos.

SIDE ONE:  Ferret And Featherbird;  (No More) The Sub-Mariner;  Tapeworm;  Again;  Faint-Heart And The Sermon;  The Comet, The Course, The Tail
SIDE TWO:  Gog / Magog


Joy Division


De Vinilos y Otras Glorias MDCCC

Entrada MDCCC en nuestro querido y emocional apartado "De Vinilos y Otras Glorias" y qué mejor forma de celebrarlo que con una gloria.


Joy Division (Closer) 1980


Al igual que me ocurrió con su histórico primer disco, este "Closer" ha llegado demasiado tarde, pero está con nosotros para hacernos partícipe de uno de esos trabajos que honran la historia de la Música.
Creo sinceramente que Joy Division traspasó lo meramente musical y enseñó un camino que no muchos entendieron. En mi opinión, creó una manera de sentir la Música en un período de grandes carencias, y a partir de ahí, el resurgir más o menos grande de lo perdido en los sesenta y setenta se hizo un poco menos difícil.
Encuadrados en lo que se llamó post Punk, el estilo del grupo era tan particular como único, debido sobre todo a la maravillosa mente de Ian Curtis y su ideario terminal, que otorgaba esa carga de desesperación profunda y sin retorno con el que impregnaba su estilo al cantar. De todas maneras, esa imagen marcó y mucho lo que fueron sus dos álbumes, pero los cuatro componentes de la banda eran los compositores de los temas, y eso hace que "Closer" se convierta en una obra coral deseada por todos ellos.
Si ya era complicado bajar aún más a las profundidades del alma tras el impactante y maravilloso "Unknown Pleasures", con su segunda entrega llegan hasta el fondo de los sentimientos más oscuros, pudiéndose oler esa desesperanza y pérdida de la vida en un camino allanado hacia lo fúnebre. Oscuro, con una atmósfera sombría, casi axfisiante, los temas de "Closer" te dan la mano para, si los tomas, sentirte indefenso ante tanto dolor y al mismo tiempo impregnarte del placer que supone escucharlos.
Una joya de la Música en general, una fascinante creación de unos tipos que estaban más allá de lo que ocurría en su entorno, haciendo que cada tema se te meta en el estómago y los sientas sin remisión, a través de la voz única, especial, espectral y acongojada de Curtis, que recita y canta en un lamento que parece no tener fin.
El sonido de la guitarra de Bernard Sumner derrite la piel y va entrando como un estilete mientras sus notas repican sin cesar en el cerebro, y en los espacios donde usa los sintetizadores, el entorno puede parecer más sombrío aún. No dan tregua en este viaje oscuro el bajo de Peter Hook y la batería demoníaca, machacona, imposible de Stephen Morris, que en sus momentos de máxima expresión nos atan esa cuerda que no puede soltarse.
El legado final de un grupo irrepetible es una delicatessen para degustar en cualquier momento, porque Música como ésta me sugiere placer a pesar de lo que representa, a pesar de los presagios y las dagas de sangre sobrevolando el vinilo, porque a pesar de todo la voz de Ian Curtis y la Música del álbum son una maravillosa emoción que ni el dolor que desprenden pueden superar.

A:  Atrocity Exhibition;  Isolation;  Passover;  Colony;  A Means To An End
B:  Heart And Soul;  Twenty Four Hours;  The Eternal;  Decades


sábado, 22 de octubre de 2016

Música


El sonido de los sueños es intangible, no están en pentagramas para poder leerlos, viven de lo que deseamos y en la mayoría de las ocasiones no podemos cumplir.

Me encanta no poder tocar la Música, sólo sentir como es ella la que me toca a mí. Ni tan siquiera el roce de unos dedos cuando la magia escapa de los vinilos, ni de unos instrumentos sabiamente tocados en una actuación en directo puede hacérmelo sentir así, porque la caricia que representa saber que me llama está por encima de cualquier sensación física.

El dolor no sabe de notas, y la tristeza nunca busca asentarse en tu alma a través de una canción, una obra, un relato al cual las notas transforman en algo que uno cree. Cuando el alma se muere, o va muriendo en vida, busca esa melodía para expresar el dolor que siente, pero para la negrura de los sentimientos no hay escrito un réquiem que les adorne, ni un epitafio que los describa.

Siento la Música como la vida que me hace saber que estoy en este universo, en el lugar que me ha tocado, o que me han ayudado a elegir. Cuando se apague el equipo de Música, cuando las notas no puedan hacerme saber que a pesar de no tocarlas están esperándome, los deseos se difuminarán como ese halo que se pierde cuando el sueño te posee.

Poster


De Vinilos y Otras Glorias MDCCXCIX

Una Música para momentos que hace que mi fantasía, ideas y lo que tengo oculto, a veces salga a la luz.


Michael Nyman (The Cook, The Thief, His Wife & Her Lover) 1989


Entrada atípica para el que suscribe porque remueve mis más íntimos deseos y emociones más allá de la propia Música (porque ella las remueve constantemente desde los sonidos) ya que supuso hacer realidad en el interior de mi mente las sensaciones que previamente fueron visuales al ver la película que da título a esta obra de Michael Nyman.
No me gustan los sellos con nombres que otorgan las modas, me gusta que lo que suene lo haga porque lo es, o al menos que quiera serlo. Esta B.S.O. de una película tan escalofriante como bella no me parece de ningún estilo, porque puede extraerse de los sueños directamente, basándose en el enfoque visual que el autor da a imágenes ya creadas.
Eso sí, Nyman compone una obra exclusiva para la película, no hay añadidos en el disco ni piensa en otra cosa que no sean esas imágenes, por eso me gusta y decidí poseerlo, para trasladar sin esas imágenes la sugestión de los sonidos.
El ambiente enfermizo, claustrofóbico y obsesivo que presenta el disco no puede igualar al impacto visual porque está después de... pero lo que consigue Michael Nyman es acercarse muchísimo, y eso es una barbaridad.
A fuerza de repetirte esas notas que golpean tu cerebro, te adentra en un universo oscuro, negro como el azabache, y escuchando sólo la obra, intentando (en mi caso es imposible pero me dejo llevar por mi imaginación y algo sale) alejarla de lo visual, te atrapa como una araña en su red, ahogándote poco a poco, sin misericordia, porque es el fin de lo que expresa, la pasión, el amor, el deseo, la crueldad, lo demoníaco, la podredumbre humana.
Todo es un hilo conductor en la Música y a la vez tan antagónico como es el hombre, con tantas miserias que las suaves melodías de los violines y las cuerdas hieren y acarician por igual, los vientos te perturban y te quieren amar (en mi caso sin conseguirlo porque el dolor es mayor) y los teclados mezclan ritual con modernismo, clasicismo y extravagancia, especialmente el piano que adora irse y volver sin avisar.
Un disco que se acerca mucho a la representación de la maldad del hombre, parte de la barbarie que puede mezclar sin pudor con el amor más absoluto, aunque sin poder desgastar ni un ápice esas imágenes que son mucho más crueles sin enseñarlos.
Michael Nyman escudriñando los sentidos en la que es, en mi opinión y por lo que representa, su mejor conquista.

SIDE ONE:  Memorial;  Miserere
SIDE TWO:  Miserere;  Coupling;  Book Depository



De Vinilos y Otras Glorias MDCCXCVIII

Grandes con sonido de los grandes, una verdadera descarga de energía que atraviesa el cerebro y me envía donde siempre quiero estar.


May Blitz (The 2nd Of May) 1971


La segunda entrega de May Blitz es un paseo por esos momentos de cruda energía que te traspasan sin esfuerzo cuando la Música se siente desde lo más profundo, y exceptuando el momento que se toman para tomar un respiro y hacer que te sientas casi como que vas, pero vuelves y... todo el disco es un no parar (que se agradece hasta la extenuación) saboreando el Hard Prog. poderoso que desprenden.
Porque si puede abrirse el vinilo, disfrutar de la preciosa y maravillosa portada, y dudar de lo que venga, para eso ya te hacen ver lo contrario con la primera patada en el culo llamada "For Mad Men Only", una brutal estampida de sonidos directos al entrecejo.
A partir de aquí (salvo ese inciso que ocupa la tercera canción de la Side One) todo se desarrolla bajo el concepto de un Hard Prog. visceral, embaucador desde su poder, con pequeños guiños al Blues más desgarrador, algo de jazzy y momentos memorables de todos los miembros del grupo (la animalada que se marca la sección rítmica, especialmente la batería, en "In Part" es demoledora)
Un tremendo momento de Música para espantar cualquier mal presagio a base de riff desmembrados, salváticos y salvajes solos que por momentos te cortan la piel, como en esa dolorosa y bella exhibición que las seis cuerdas se marcan llamada "8 Mad Grim Nits", donde todo gira alrededor de un sunami que se va acercando irremediablemente y te arrastra con él hacia los sonidos que lleva.
Power Trío de desarrollos incontestables, alucinaciones en forma de Música y paisajes de crudas melodías que no se detienen ante nada.
Para disfrutar de una Música sin límites, donde lo establecido lo es mucho menos, dejarse llevar por la propuesta de un impacto tras otro, la delicadeza de segundos convertidos en 4'56'' de impagable cambio de registro con la balada "High Beech", y sobre todo el sentimiento de saber que si te laceran de esta manera es por puro placer.
James Black guitarra, voz. Reid Hudson bajo y voz. Tony Newman batería y percusión.

SIDE ONE:  For Mad Men Only;  Snakes and ladders;  The 25th of december 1969;  In Part
SIDE TWO:  8 Mad Grim Nits;  High Beech;  Honey Coloured Time;  Just Thinking


Avatar



Rhiannon


House Of The Rising Sun


Poster


De Vinilos y Otras Glorias MDCCXCVII

Entre lo divino y lo humano (no creo, pero quedaba bien pensarlo) se nos presenta un grupo de corto recorrido e intensas emociones.


Metamorfosi (... E Fu Il Sesto Giorno) 1972


Desde la Ciudad Eterna, curtidos por una intensa actividad musical (sin la ayuda de grabaciones) de finales de los sesenta, Metamorfosi surge como un proyecto dentro del Prog. italiano que poseía las ideas e imaginación para hacer honor a su nombre en lo musical, y en cierto sentido y durante el tiempo que estuvieron, así fue.
En el año 1972, tras demasiadas búsquedas de compañías discográficas e intentos para dejar impreso su talento, consiguen editar "... E Fu Il Sesto Giorno", un disco de Prog. conceptual sobre tema religioso, que en lo musical encuentra un sonido bastante bueno y que quizás se ve aturdido por la falta de esa continuidad en las letras (algo que por la idea que tenían al crear la obra era necesario) pero compensado por la Música y las ideas, bien engarzadas en la mayor parte del disco.
La voz de Jimmy Spitaleri, un cantante excepcional y con multitud de registros, se eleva como el orador de las ideas más allá de lo humano, acompañado de manera solvente y muy efectiva por la guitarra de Luciano Tamburro y los teclados (fundamentales en el tipo de proyecto que querían hacer) de Enrico Olivieri. Todos juntos crean melodías realmente bellas y que se ciñen a esa idea de concepto sobre el tema tratado, aunque en ocasiones se queden un poco laxos en el poder que el Prog. exige, especialmente en un tipo de Música donde los cambios, por la idea de relato que se presenta, son necesarios, e incluso obligados para dar mayor impacto.
Aún así, el sentido del Prog. no se pierde en ningún momento (el que falte fuerza no daña el sentimiento) y sabes que estás escuchando una obra del estilo, con el inconfundible sello de la melodía nacida en esas tierras.
Para conocer el comienzo (con sus luces, las más, y sus sombras, las menos) de un grupo que consiguió unir ideas originales con la sensación de los sonidos convirtiéndolas en pentagrama, el primer paso para ese monumento que llegó poco después llamado "Inferno".

Lato A:  Il sesto giorno;  ... E Lui amava I fiori;  Crepuscolo
Lato B:  Hiroshima;  Nuova Luce;  Sogno e Realta';  Inno di gloria

De Vinilos y Otras Glorias MDCCXCVI

Como se nos está dando bien (por el gozo y disfrute al escucharlos, lo demás...) esto de volver a las entrañas de ciertos estilos, nos acompaña un grupo que desde el principio me enganchó por su forma de hacer esa Música tan especial.


Karthago (Second Step) 1973


La segunda entrega del grupo alemán nos presenta una banda en plena forma, llena de energía y con ganas de comerse el mundo. Este "Second Step", para mí su mejor disco junto al tremendo "Rock'N'Roll Testament", es una demostración del Hard más puro que se hacía por esas tierras del centro de Europa y que tan buenos grupos y artistas entregó.
Indudablemente, al ser de donde son y por la Música que hacen, siempre se les ha unido (con razón) a la corriente de Krautrock, pero como digo siempre, al final todo fue creciendo y lo que quería representar ese estilo desde el punto de vista musical, político y social, se convirtió en una manera de denominar casi toda la Música que venía de la zona...
Hard poderoso y sin concesiones, con un toque muy especial que le otorga la percusión del bestia de Norbert Lehmann que se compagina a las mil maravillas con el toque entre latino y sureño de Tomy Goldschmidt. A partir de aquí, y perfectamente conseguidos los ritmos para llevar los temas sin problema, la sección rítmica que se completa disfrutando de las cuatro cuerdas de Gerald Luciano Hartwig.
Pero si el sonido (digámoslo así) distintivo del grupo son esas bases rítmicas que suenan diferentes, el poder de su Música se lo confiere la tremenda guitarra de Joey Albrecht; emocionante, visceral y en ocasiones salvaje, con una gran técnica que no le impide sentir cómo las seis cuerdas pueden atravesar el silencio y llevarte con ellas. Sus ritmos y solos descarnados hacen de la Música de Karthago un impacto y de "Second Step" un gran disco de Hard.
Como contraste, los teclados de Ingo Bischof son el contrapunto al sonido, en el más puro estilo del gran Hard que recorría el mundo en esas fechas.
Disco de intenciones, con temas elevados en el tiempo que demuestran la capacidad del grupo para lo que eran sus jams en directo, tiempo también para pequeñas delicadezas musicales que ayudan en la falta de linealidad de la obra (en este caso en sentido positivo) y que muestra muchas facetas a la hora de componer e interpretar.
Las voces se reparten entre todos y tan contentos, al menos cuatro miembros son solistas en según qué temas, y no desentona ninguno, todo sea dicho.

SEITE 1:  Pacemaker;  I don't care;  Crosswords & Intermissions;  Don't send me your money, send me your heart
SEITE 2:  Wild river;  Lamento juvenil;  California gigging;  Oberbaum bridge


domingo, 16 de octubre de 2016

De Vinilos y Otras Glorias MDCCXCV

Una de las formaciones más reconocidas del Prog. italiano, sin embargo de paso efímero por la escena musical del Bel Paese.


Circus 2000 (Circus 2000) 1970


A pesar de ver la luz su primer trabajo a finales del año 1970, los turineses Circus 2000 son uno de los primeros grupos de la escena Prog. italiana, pero su calidad no fue unida a la posibilidad de expresar en grabaciones el talento que realmente tenían.
Lo primero que llama la atención en el disco es la voz de Silvana Aliotta, una preciosa garganta que recuerda a algunas de las grandes del Pop Rock en cuanto al estilo y el uso que hace de ella, atreviéndose en ocasiones con algún que otro acercamiento al Blues menos desgarrado. Cantado en inglés, esta primera esencia del grupo, la voz de Aliotta, hace que el resto de la obra gire alrededor de ella, en temas de composiciones cortas (de hecho un gran pero del disco es que con las posibilidades de la banda hicieran un trabajo que no llegue a los 30 minutos) que musicalmente arropan a la cantante.
De hecho, a pesar del indudable carácter Prog. del grupo y sus intenciones musicales, se nota en ciertos momentos demasiadas inclinaciones Psycho y sonidos que recuerdan de manera descarada a la Costa Oeste. La guitarra distorsionada en alguno de los temas, la voz y la percusión pasada por efectos, no dejan lugar a dudas sobre sus orígenes, aunque en los temas en los que la crudeza y lo oscuro se hacen dueños de las melodías, el Prog. aparece con fuerza. Los diálogos entre la guitarra y la batería suplen perfectamente la falta de teclados, consiguiendo un sonido especial.
Se podría decir que "Circus 2000" es un disco que demuestra perfectamente el paso de un estilo a otro, un puente entre lo que el grupo entregaba en sus orígenes y lo que fue haciendo tras afianzarse en la escena Prog.
Disco más que interesante para descubrir alguna de las bandas que pusieron en pie un estilo a pesar de no tener el reconocimiento en la época, y que ayudaron al paso entre las décadas donde el Pop, el Rock, el Prog. y el Blues se fueron definiendo para a su vez ser parte de la Música particular que se hacía en el país.
Silvana Aliotta voz y percusión. Marcello Quartarone guitarra y voz. Gianni Bianco bajo. Johnny Betti batería.

Lato A:  I can't believe;  Try to live;  Must Walk Forever;  Sun will shine;  I just can't stay
Lato B:  I am the witch;  Magic bean;  While you're sleeping;  Try all day;  The Lord, he has no hands

De Vinilos y Otras Glorias MDCCXCIV

Una de las perlas que se van encontrando a lo largo del tiempo amando la Música, un disco mágico y que desprende ese halo de particularidad que no muchos poseen.


Mammut (Mammut) 1971


Grupo alemán de trayectoria efímera, que nos regala esta joya de la Música más aséptica, escéptica y perturbadora, todo en uno porque "Mammut", su único trabajo, es mucho y nada, lo que uno y su mente desee.
La obra puede considerarse una mezcla de estilos de tal magnitud que intentar encuadrarla en el Krautrock, la Psycho más demoníaca y tardía, el Rock pesado de firmes convicciones Hard, la alegoría de lo experimental o... sería errar y en cierto modo acertar en alguna de sus formas.
Porque el grupo nos propone un Paseo Por Los Sueños de los que puedan seguir esta maravillosa aventura que indaga en todos los conceptos musicales de donde han bebido y que además tienen la gran habilidad de unir y mezclar para conseguir este cóctel que no puede pasar inadvertido.
Toda la obra viene encuadrada con un nexo común, la repetitiva palabra que da título a todo y que se añade a los temas como guía indiscutible y permanente de la Música que se escucha (Mammut) A partir de aquí las largas suites, que te dejan ramalazos experimentales con las guitarras distorsionadas y los teclados abrasándote de mil maneras, o mensajes en clave del Prog. más sinfónico que desaparecen de un golpe cuando se convierten en incendiarias alegorías de lo brutal y descarnado, se mezclan con temas que en un suspiro, poco más de un minuto y el robo al tiempo de lo que se desea, dan la misma intensidad que aquellas.
El piano se empeña en trasladarnos hacia abismos clásicos de dolor y pesadumbre con su tono lúgubre, oscuro, casi despiadado, pero bellísimo, hermoso en su textura; un piano que aleja esas guitarras y teclados furiosos y sin embargo atrae hacia sí una sección rítmica que desoye la lógica y apabulla en esa misma melancolía.
Una joya para escuchar y extasiarse por lo que te duele más allá de las propias sensaciones, una seda que te cubre mientras la Música te ama sin importar ese estilo que no es sino la unión de todos los sentimientos, porque "Mammut" es, por encima de todo, una oda a la Música en sentido global, y eso no es nada fácil de conseguir.
Klaus Schnur guitarra, voz. Peter Schnur guitarra, órgano, bajo, akimulator, voz. Rainer Hofmann piano y órgano. Tilo Herrmann bajo, flauta, voz. Günther Saier bayería y percusión.

Side 1:  Bird Mammut;  Classical Mammut;  Mammut Ecstasy;  Footmachine Mammut;  Shizoyd Mammut
Side 2:  Nähgarn Mammut;  Mammut Opera

Warren


Música



Algunas personas ponen Música porque no soportan escucharse a sí mismas. Otras, escuchan Música porque no pueden poner el tiempo a correr. 
Las que sentimos que la Música se detiene en cada instante cuando los sentidos la necesitan, no sabemos de tiempos, oídos sin escuchas ni escuchas pensando en algo más.

"King Biscuit", Blues, Cerveza y Bourbon


Lo he comentado alguna vez, pero en Tokyo, si quieres encontrar lugares que merezcan la pena para lo que sea, tienes que mirar hacia arriba. En cualquier piso de un local cualquiera que pueda instalarse, allí estará esperando una buena tienda de discos, una cervecería, el local de ropa usada más "elegante" de la prefectura, un negocio de fundas para ataúdes o lo que tu mente quiera imaginar.
Haciendo este ejercicio de miradas hacia lo alto, cuando la noche había caído sobre el barrio de Shinjuku, mis ojos se quedaron clavados en el cartel de tres viejos bluesmen que bebían en la barra de un bar, y anunciando el segundo piso, un aviso que no dejaba dudas: "Blues Bar King Biscuit".

Tras memorizar el lugar exacto y un par de paseos por el barrio, volvimos hacia el sugerente local que me daba muy buena espina, y al entrar, todas las expectativas se convirtieron en realidad, encontrándonos ante uno de esos lugares que haces tuyo sin dudarlo.
La cara de sorpresa del dueño fue curiosa, acababa de abrir y nos confesó que no se esperaba a nadie hasta un par de horas después, y menos dos occidentales irrumpiendo al son de un maravilloso Blues que arrancaba "quejíos" de una guitarra.

El local era bastante fácil de describir, sillas para unas catorce personas, todas las botellas de bourbon y whisly apelotonadas en el pequeño espacio tras la barra del bar, ocho taburetes alrededor de la misma, otras tres mesas para dos personas cada una y el espacio restante con posters de Blues en las paredes, una guitarra iluminada en un rincón y otra tenue luz para un pequeño espacio que señalaba un rincón para perderse.
La Música, Blues auténtico y puro, tanto de las primeras décadas del siglo pasado como más actual, sonaba de manera perfecta, porque el viejo tocadiscos y los altavoces estaban cuidados al máximo en la preparación del sonido, y el vinilo siempre suena bien.

Pedimos una cerveza y Arata, el dueño y creador del local, se interesó por nuestra presencia allí. Su inglés poco fluido y mi inglés inexistente hicieron que la conversación se convirtiera en transcribir mis deseos por conocer a través de mi amor, que se comunicaba con el amable japonés mientras este nos explicaba todo lo referente al local, la Música, la cerveza artesanal que nos había puesto de motu propio ("Tokyo Blues" es el nombre, brutal) e incluso nos agasajó con snacks de su tierra, del norte (es de la región de Hokkaido, en la que curiosamente habíamos estado dos semanas antes) y como la Música tiene lo que tiene, todo comenzó a fluir de manera natural.

La segunda botella de "Tokyo Blues" hizo que las relaciones musicales se estrecharan, atreviéndome a solicitar Música de grupos japoneses de Blues, algo que dejó encantado a Arata, y de ahí en adelante cada disco, cada tema, cada momento que salía por los altavoces lo comentábamos (con la maravillosa interlocutora haciéndolo posible) y el lenguaje universal que llena el alma, la Música y lo que me lleva, hizo posible el resto.
El genial Kazuo Takeda de los Blues Creation sonó con el grupo y en varios temas de discos en solitario sólo editados en Japón, maravillosos sones para mis sentidos. Clásicos de los años treinta, cuarenta y más allá se alternaban con grupos nipones de Blues carnal como West Road Blues Band, y así pasaron dos horas de auténtico delirio por el instante, la Música, y este encantador japonés que abrió las puertas de otra cosa además del bar.

En ocasiones, mirar hacia el cielo tiene estas cosas, poder encontrarte locales como King Biscuit, donde el Blues desprende su magia y todo se convierte en algo para recordar.





sábado, 15 de octubre de 2016

Poster


De Vinilos y Otras Glorias MDCCXCIII

Centro Europa y el talento que surgía, a pesar de pensarse que sólo en algunos lugares podía hacerse Música de calidad.


Krokodil (Swamp) 1970


El segundo trabajo de la banda suiza a la que se la ha vinculado siempre con todo el espectro musical del Krautrock por las influencias evidentes, nos visita a mayor gloria de una Música tan maravillosa como creativa.
Finalizando la década de los sesenta Krokodil lanzó su primer trabajo y ya se hizo un nombre en toda la zona centro europea por su calidad y manera de componer. Con este "Swamp" continuaba esa línea de creatividad de altísimo nivel apoyándose en la particularidad de los sonidos creados gracias a instrumentos sabiamente utilizados en sus canciones.
Banda de exquisita calidad, tanto compositiva como en el momento de la interpretación, su Prog. elevado al nivel de los mejores en el escenario del más puro Krautrock viene avalado por la sabia mezcla de los instrumentos más habituales del Rock (la guitarra y la base rítmicas son buenísimos) con otros que se incrustan entre las melodías y que hacen surgir cambios de sonidos que chocan y se convierten en muy efectivos; especialmente llamativo el violín, que aúlla y vibra con sus cuerdas en momentos de clasicismo buscado entre riff y solos de seis cuerdas que rompen el aire. La armónica también es usada como parte importantísima en las canciones, incluso abriendo junto a la percusión temas que más adelante se van "llenando" del resto. Sin tanta profusión, la flauta y el sitar ocupan espacio (especialmente en los temas más melódicos, como la belleza titulada "Human Bondage") entre todo lo que va formando el conjunto sónico de los temas que Krokodil crea.
Un grupo que en su delicada manera de componer incluye conseguir sonar como una banda compacta, donde todo está en su sitio y nada desentona, cada parte es la manera de formar el todo, y ayudada por una producción impecable hace que dé gusto saborear cada momento del disco.
"Swamp" es una manera preciosa de degustar el Prog. más clásico, con ese toque sinfónico que comparte perfectamente con los instantes más rockeros. Un disco para disfrutar de la Música y dejar que te empape por todos lados.
Hardy Hepp violín, piano y voz. Düde Dürst batería, percusión y voz. Walty Anselmo sitar, guitarra y voz. Terry Stevens bajo, guitarra y voz. Mojo Weideli armónica, flauta y percusión.

SIDE 1:  Get your personality together;  Light of day;  Sunlights beautiful daughter;  Tell me what you want
SIDE 2:  Blue flashing circle;  Snow white and blue;  Human Bondage